Jianwei Xun, supuesto autor de la teoría de la hipnocracia, no existe y es fruto de la inteligencia artificial

## El engaño de la Hipnocracia: Cuando la IA escribe filosofía y desata el debate sobre autoría y ética El mundo intelectual se vio sacudido por la revelación de que Jianwei Xun, supuesto filósofo hongkonés y autor del aclamado libro *Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la...

Jianwei Xun, supuesto autor de la teoría de la hipnocracia, no existe y es fruto de la inteligencia artificial
Imagen por Fabricio_Macedo_Photo en Pixabay

El engaño de la Hipnocracia: Cuando la IA escribe filosofía y desata el debate sobre autoría y ética

El mundo intelectual se vio sacudido por la revelación de que Jianwei Xun, supuesto filósofo hongkonés y autor del aclamado libro Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad, era una invención. La obra, que exploraba la manipulación del inconsciente colectivo a través de la tecnología y los medios, generó debate en círculos académicos e incluso llegó al Festival de Cine de Cannes antes de que se destapara el engaño: el libro fue escrito con inteligencia artificial (IA) por el ensayista italiano Andrea Colamedici. Este caso ha desatado una controversia internacional sobre la autoría, la ética y el futuro de la creación intelectual en la era de la IA, obligándonos a preguntarnos: ¿quién escribe realmente cuando escribe una máquina?

La génesis de la “hipnocracia”: un experimento con consecuencias imprevistas

El término "hipnocracia", acuñado por la inexistente Xun, describe un sistema de gobierno basado en la manipulación del subconsciente colectivo a través de la tecnología y los medios. El libro, publicado en italiano por Ediciones Tlon y en español por Editorial Rosameron, se presentó como una profunda reflexión sobre la transformación de la democracia en la era digital, analizando figuras como Donald Trump y Elon Musk. Recibió críticas positivas y generó un interés considerable antes de que la periodista Sabina Minardi, de la revista italiana L'Espresso, desvelara la verdad: Jianwei Xun era una fabricación, y el libro había sido creado con la ayuda de dos plataformas de IA, sin revelar su uso en ningún momento.

Colamedici defendió su experimento, calificándolo de "performance artística" destinada a explorar los límites de la autoría y la influencia de la IA en la producción cultural. Argumentó que buscaba provocar una reflexión sobre la creciente automatización de la creación. Sin embargo, la falta de transparencia y el engaño a editores, críticos y lectores generaron una ola de críticas, cuestionando la ética de su proceder y la validez de su argumento. “No se trata de demonizar la IA, sino de usarla con responsabilidad y transparencia”, declaró Minardi a El País. La controversia se amplificó por la participación, sin saberlo, de Gianluca Misuraca, vicepresidente de Technology Diplomacy of Inspiring Futures, quien introdujo el concepto de “hipnocracia” en un debate público, creyendo que se trataba de un concepto legítimo.

La autoría en jaque: ¿máquina o humano?

El caso de Jianwei Xun plantea una pregunta fundamental: ¿quién es el autor de una obra creada con IA? La creciente sofisticación de las IA generativas de texto, como GPT-4, Bard y otras, está difuminando las líneas de la autoría y la propiedad intelectual. Si bien Colamedici concibió la idea y editó el texto, la IA fue la herramienta principal de escritura. Esto nos obliga a repensar la definición misma de autoría en un contexto donde la tecnología juega un papel cada vez más preponderante.

La legislación también se enfrenta a este nuevo paradigma. El Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, que entrará en vigor próximamente, exige la identificación clara de contenido generado por IA. La obra de Colamedici incumple claramente esta normativa, abriendo un precedente legal que podría tener importantes consecuencias para el futuro de la creación asistida por IA. “Es crucial establecer un marco legal claro para proteger la integridad de la información y los derechos de autor”, afirma Emilio Carelli, director de L'Espresso.

Implicaciones académicas y el peligro de la desinformación

La "hipnocracia", a pesar de su origen ficticio, llegó a ser citada en trabajos académicos, demostrando el potencial de la IA para generar información que se infiltra en el discurso académico sin el rigor necesario. Cecilia Danesi, investigadora de la Universidad Pontificia de Salamanca, quien utilizó el libro en sus estudios sobre la transformación digital de la política, se mostró sorprendida y preocupada por la revelación. "Este caso demuestra la necesidad de una mayor rigurosidad en la verificación de fuentes, especialmente en la era de la información digital, y la importancia de desarrollar herramientas para detectar contenido generado por IA”, advierte Danesi.

El futuro de la creación: ¿colaboración o suplantación? Un debate abierto.

La IA se está convirtiendo en una herramienta poderosa para la creación en diversos ámbitos. Francisco Martínez Soria, fundador de la Editorial Rosameron, cree que la IA puede ser una aliada valiosa para los creadores, siempre y cuando se utilice de forma ética y transparente. “La clave está en la colaboración, no en la suplantación”, afirma Martínez Soria. "La IA puede ayudar a los autores a generar ideas, superar bloqueos creativos y optimizar su proceso, pero la voz, la visión y la responsabilidad final deben residir en el autor humano".

Más allá de la "hipnocracia": la IA en educación, marketing y periodismo.

El debate sobre la autoría por IA se extiende a otros campos. En la educación, la proliferación de herramientas de escritura basadas en IA ha generado preocupación sobre el plagio. En el marketing, la IA se utiliza para crear contenido persuasivo, a veces rozando los límites de la manipulación. En el periodismo, la generación automatizada de noticias plantea el riesgo de difundir información falsa o sesgada.

El imperativo ético y la necesidad de un pensamiento crítico

El caso de Jianwei Xun y la "hipnocracia" es un llamado a la reflexión sobre el impacto de la IA en la creación intelectual y la sociedad en general. Es crucial fomentar un debate ético y legal que establezca normas claras para el uso responsable de la IA, garantizando la transparencia, la integridad de la información y el respeto a la propiedad intelectual. El futuro de la creación en la era de la IA dependerá de nuestra capacidad para abordar estos desafíos con responsabilidad y desarrollar un pensamiento crítico que nos permita navegar en un mundo cada vez más permeado por la tecnología. La vigilancia epistemológica, ahora más que nunca, es esencial.